Un proyecto, de manera general, es la disciplina de organizar y administrar recursos de manera tal que se pueda culminar todo el trabajo requerido en el proyecto dentro del alcance, el tiempo, y coste definidos.
El subsistema de Formación Profesional para el Empleo está integrado por el conjunto de instrumentos y acciones que tienen por objeto impulsar y extender entre las empresas y los trabajadores ocupados y desempleados una formación que responda a sus necesidades y contribuya al desarrollo de una economía basada en el conocimiento.
Si unimos ambos conceptos, los centros colaboradores deberían gestionar los proyectos formativos de tal manera que:
- Se cumplan los requisitos formulados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE).
- Dentro de los costes estimados (o reduciéndolos).
- Cumpliendo los plazos.
Por lo tanto, podríamos definir la gestión didáctica como la adaptación de la metodología de gestión de proyectos del mundo empresarial al mundo de la Formación Profesional.
Esta gestión se divide en dos etapas, subdivididas a su vez en tres fases.
En la primera etapa o Precontractual se observan tres fases:
- Iniciación, cuyo objetivo es lograr una autorización ejecutiva formal.
- Desarrollo de concepto, en la que se debe definir la misión, el producto y el alcance de la acción formativa.
- Negociación, cuyo finalidad es el acuerdo beneficioso para el cliente y la empresa para la realización del proyecto formativo.
En la segunda etapa o Contractual se divide en:
- Planificación, que determina de manera precisa los resultados que se deben obtener y el camino para conseguirlos con la elaboración de Guías didácticas y las herramientas relacionadas.
- Impartición, cuyo objetivo es la ejecución de la acción formativa según lo planificado y realizando un evaluación continua del resultado para evitar desviaciones del plan.
- Cierre, con el fin de concluir de forma ordenada la acción, midiendo los resultados y capitalizando el conocimiento del mismo.
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